Capital en el desierto
La costa del Perú, a pesar de encontrarse en los paralelos que deberían conferirle un clima tropical, es un desierto de aproximadamente 2,000 km., debido a la presencia de dos importantes corrientes oceánicas: la corriente de Humboldt, de aguas frías que discurre de sur a norte en todo su territorio y la corriente de El Niño, de aguas cálidas que se mueve de norte a sur. El encuentro de estas dos corrientes, casi en las inmediaciones de la actual frontera norte con la República del Ecuador, es la causa de las alteraciones climáticas.
La también llamada “Ciudad de los Reyes” fundada por Francisco Pizarro en 1535, fue elegida como centro político y administrativo del Virreinato del Perú teniendo en consideración: a) su privilegiada ubicación en el valle del río Rímac, vecino a los valles del río Chillón y Lurín, lo cual le garantizaba la dotación permanente de agua dulce, b) su proximidad a una bahía permitiese el arribo y partida de barcos hacia el viejo continente, y, por último, c) la existencia de un cacicazgo -suerte de gobierno local – que implicaba una estructura básica de gobierno y por ende de mano de obra.
Balcón hacia el mar
Lima se desarrolla sobre una planicie de material aluvional con 3% de pendiente uniforme de norte a sur al pie de la estribaciones occidentales de la Cordillera de los Andes; la mayor parte de su costa central horadada por el mar es un abrupto balcón de aproximadamente 50 metros de altura hacia la denominada “Bahía de Miraflores”.
Estos acantilados – de material aglomerado y relativamente estables – que ahora lucen secos, fueron verdes hasta entrada la mitad del siglo pasado, gracias al agua del delta subterráneo o acuífero del río Rímac que se derramaba hacia el mar. La excesiva construcción de pozos perforados para obtener agua dulce para las nuevas urbanizaciones que fueron desarrollándose en el valle de Lima, hizo que el nivel freático descendiera por debajo del nivel bajo de los acantilados, lo que trajo como consecuencia la sequedad de éstos.
Lima posee una población que bordea los 8 millones de habitantes, producto de un acelerado proceso de crecimiento que se inició a partir de la década del cincuenta, debido a la disminución de las tasas de mortalidad y a la intensa migración del campo a la ciudad por la devastadora experiencia de reforma agraria de finales de los años 60 durante el período de la revolución militar de Velasco Alvarado. Este desmesurado crecimiento, ha producido una ciudad que carece de muchos equipamientos urbanos, especialmente aquellos orientados a la recreación de sus ciudadanos.
A nivel administrativo encontramos una ciudad regida por una Municipalidad Metropolitana y 43 Municipalidades Distritales (1), un esquema organizativo muy fragmentado, complejo e ineficiente que además de resultar sumamente costoso, demora considerablemente cualquier obra de carácter metropolitano.
Redescubriendo el mar
Hasta mediados del siglo pasado, Lima era una ciudad con poquísimas playas para el disfrute de bañistas. Algunas de ellas, conocidas como “los baños”, se desarrollaban hacia el sur de la Bahía al pie de las quebradas que permitían unir peatonalmente la parta alta de los acantilados con el mar, concretamente en los balnearios de los distritos de Chorrillos, Barranco, y Miraflores. Además, junto al puerto del Callao se desarrollaba el balneario denominado “La Punta”.
Sólo a mediados de los años 60, cuando la Municipalidad de Lima emprende la obra de la “Vía Expresa del Paseo de la República” – vía subterránea a tajo abierto conocida popularmente como “el zanjón” que uniría el centro histórico de la ciudad con los balnearios del sur antes mencionados – , es que el arquitecto Ernesto Aramburú Menchaca concibe la idea de utilizar el material aluvional excedente para ganarle terreno al mar al pie de los acantilados y de esa forma unir en forma continua las antiguas zonas de “los baños”.
Luego de los estudios batimétricos y oceanográficos correspondientes, se determinó que para lograr un circuito de playas al pie de los acantilados era necesario, además de verter el material excedente de la excavación del “zanjón”, construir un conjunto de espigones o rompeolas de rocas perpendiculares a la costa que retardarían la velocidad de llegada de las olas. De esta manera se produciría un decantamiento de la arena en suspensión que traía el mar y se lograría que se acumule hasta formar las ansiadas playas. Fue así que a partir de esta primera intervención se formaron algunas de las playas actuales de los distritos de Barranco y Miraflores.
La Costa …Verde?
La visión primigenia de Aramburú Menchaca para la Costa Verde era que fuese tanto un lugar de destino como un lugar de paso. Es decir, una extensa zona costera al pie de los acantilados, de más de 15 km de extensión, donde existiesen playas para bañistas, equipamientos deportivos y demás requeridos para un lugar de esparcimiento, así como una vía vehicular que conectase longitudinalmente los distritos que colindan con el mar, desde Chorrillos al sur de la Bahía hasta La Punta en el extremo norte. Es decir, un conjunto de desarrollos inmobiliarios que aprovechasen la vista al mar y conviertan ese lugar privilegiado en un nuevo espacio urbano de Lima.
Su patrón de asentamiento seguía los dictados del funcionalismo corbusiano, con volúmenes aislados ubicados entre la vía vehicular y asentados sobre “pilotis” que permitían la vista al mar desde la misma pero que el excesivo aislamiento entre edificaciones hubiese traído como consecuencia un aislamiento social que no hubiese permitido la generación del mínimo dinamismo urbano requerido para garantizar un espacio público autoprotegido por la comunidad.
Es sólo a partir del año 1994 que se crea la Autoridad del Proyecto Costa Verde que agrupa a los distritos ribereños de la Costa Verde (no se incluye a los de la Provincia Constitucional del Callao) y los reconoce como propietarios de los terrenos que se encuentran al pie de los acantilados de sus respectivos distritos. Además, establece lo siguiente: a) que su desarrollo deberá realizarse bajo los lineamientos de un Plan Maestro, y b) que la APCV será conformada por representantes de cada uno de los distritos y dos representantes de la Municipalidad Provincial de Lima. El Plan Maestro debería comprender: i) las políticas y propuestas de desarrollo, ii) la estructuración del sistema vial, iii) la zonificación y usos del suelo, iv) la identificación de proyectos prioritarios de ámbito metropolitano, distrital así como su financiamiento, v) las normas para la administración de la tierra, vi) el reglamento para la habilitación, construcción y medio ambiente de la CV y su tratamiento paisajista, y vii) las condiciones para que las edificaciones sean dispuestas sin ocultar la vista al mar.
Luego de formulado, aprobado, y promulgado el Plan Maestro 1995-2010, y siguiendo las líneas del modelo neoliberal impuesto por el gobierno de Alberto Fujimori, se realizaron diversas concesiones que buscaban desarrollar negocios inmobiliarios al amparo del mismo, siendo el más exitoso de ellos Larcomar, emprendimiento comercial realizado el año 1998 en la parte superior de los acantilados de Miraflores.
Sin embargo, otros no lo fueron tanto, particularmente algunos emprendimientos en el distrito de Barranco, ubicados al pie de los acantilados entre la vía vehicular y la playa, que evidenciaron las limitaciones del modelo; dichas concesiones no consideraron que la condición para su puesta en operación era la ejecución en simultáneo del espacio público circundante y la intangibilidad de las playas de arena generadas con tanto esfuerzo.
Además, por más cuidado que algunos de los proyectos tuvieron para evitar obstaculizar la vista hacia el mar, esto no se logró, lo que generó diversas protestas de parte de vecinos, residentes en la parte superior del acantilado de Barranco e intensas campañas periodísticas en contra de lo ejecutado, lo que obligó a la APCV a reformular el Plan Maestro y tratar de responder adecuadamente a una realidad distinta.
Es así que se encarga la “Nueva Visión Urbanística para la Costa Verde” al equipo conformado por el Arq. Raúl Flórez GR, quien fue miembro del equipo de Oxford Brookes University que asesoró a la Fundación Malecón 2000 en el proyecto de regeneración urbana del mismo nombre, y al Arq. Manuel Zubiate V.
Esta nueva visión parte de un principio fundamental: se debería procurar que el desarrollo de la mayor cantidad de las obras de tierra de la Costa Verde sea financiado por el sector privado, pues dadas las limitaciones económicas de los municipios involucrados era iluso pensar que podrían emprender semejante emprendimiento.
Este principio movió a los urbanistas encargados de formular la nueva visión a relativizar la ubicación de la vía existente realizada con mucho esfuerzo a lo largo de los años y que el plan anterior la había considerado como inamovible. Al hacerlo, descubrieron que aproximándola a la costa se podrían generar diversos espacios entre ella y los acantilados, para que la inversión privada pudiese realizar emprendimientos de mayor altura y mayor proximidad entre los mismos. Esta nueva condición de edificabilidad elevaría el valor del suelo a tal punto que podría equivaler a la inversión necesaria para ejecutar los espacios públicos aledaños al mar, logrando que la Costa Verde se pueda realizar con participación del sector privado sin eliminar la condición de gran espacio público ciudadano.
La Nueva Visión fue aprobada de acuerdo a ley por el directorio de la APCV y ratificada por el Concejo de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Sin embargo, la ratificación del reglamento de la misma se ha visto suspendida en dicha instancia por razones de índole político. La proximidad de las elecciones municipales (2010), a la cuales es muy probable que el actual alcalde metropolitano aspire a postularse y las también próximas elecciones presidenciales (2011) a las cuáles es también probable que aspire a postularse, hacen que cualquier emprendimiento en este espacio urbano, sea altamente peligroso para su enorme popularidad actual (mayor al 80% de aprobación ciudadana).
No obstante, hay diversos grupos de inversión interesados en desarrollar proyectos ambiciosos al amparo de esta nueva Visión Urbanística; de hecho hay ofertas en firme en los distritos de Barranco, Miraflores, San Isidro, y Magdalena del Mar.
Concretamente, la empresa Malecón Real S.A. ha obtenido la Buena Pro del Concurso de Proyectos Integrales auspiciado de la Municipalidad de Magdalena del Mar para la Regeneración urbana del borde costero de su distrito, al amparo de lo normado en la Nueva Visión.
El Proyecto de Regeneración Urbana “Malecón Real”, se desarrollaría sobre un área de terreno de 320,000 m2 ubicado en la Costa Verde y perteneciente al Distrito de Magdalena del Mar y su objetivo general es lograr el desarrollo integral de ese borde costero con 100% de inversión privada, es decir, sin que le cueste un centavo al municipio o aumente los impuestos para los vecinos.
Se trata es de construir en el 75% de todo el terreno (240,000 m2) un nuevo malecón al borde del mar, de 1.6 km de longitud con paseos peatonales, juegos para niños, playa artificial de arena, zona para skates y patinaje, paraderos, parqueos, servicios higiénicos, miradores, cafeterías y restaurantes – cuyo alquiler permitiría financiar los costos de mantenimiento del malecón, el mejoramiento de las vías de conexión vehiculares y peatonales entre la parte superior y este nuevo espacio, así como el reverdecimiento de los acantilados.
Este espacio público permitirá recibir a más de 800,000 visitantes al mes y sí que los recibirá, pues en el 25% (80,000 m2) restante del terreno, ubicado en la parte baja sin comprometer los acantilados, se construirá diversas edificaciones de servicios, comercio, turismo, vivienda, etc. las que garantizarán la presencia de personas durante las 24 horas del día, los 365 días del año.
Este proyecto buscaría no sólo cambiarle la cara a Magdalena del Mar, sino que paralelamente a brindarle un extraordinario espacio público de uso gratuito frente al mar, produciría un incremento sustancial en las arcas municipales por concepto de impuestos prediales, licencias de construcción, y permisos de funcionamiento; generando a su vez una proceso de regeneración urbana en la zona aledaña que incrementará los valores de las propiedades. Por último, podrá servir servir de modelo de intervención para el resto de la Costa Verde.
Comentarios finales
Parece increíble que una ciudad de la envergadura de Lima, no haya logrado desarrollar su borde costero, sin embargo este fenómeno no fue sido inusual muchas ciudades que ya lo han superado, tales como Londres, Barcelona, Buenos Aires, y Guayaquil.
En el caso de Lima, lo grave del asunto consiste en que existiendo estas experiencias exitosas que han demostrado las múltiples ventajas de encarar procesos de regeneración urbana en asociaciones público – privadas, se insiste tercamente en la inacción por razones de oportunismo o temor político.
Pareciera que la tarea urgente consiste en crear conciencia ciudadana sobre el abandono patente del lugar y sobre todo por la posibilidad de desarrollo del más alto nivel sin que el estado asuma riesgo alguno.
Notas
(1) El Perú se divide políticamente en: a) Regiones, b) Provincias, y c) Distritos. Todos ellos tienen autoridades elegidas en comicios públicos nacionales convocados por el órgano competente.
(2) Ley No. 26306 del 28 de abril de 1994